miércoles, 5 de febrero de 2014

Tarta de la abuela convertida en discoteca


La semana pasada mi compañero Jairo, con su acento castizo, me dijo que su hija Blanca quería regalarle una tarta a su amiga Begoña.

Me alegró enormemente que Jairo pensara en nosotras para hacerla. Me encanta hacer tartas y cuando me lo dijo lo acosé a preguntas. ¿Cómo la quiere? ¿Para cuántas personas? ¿La quiere de chocolate? ¿O de vainilla?...

“Muchacha, ¡echa el freno!" me dice. "No sé ningún detalle, tendrás que hablar con Blanca a ver qué es lo que quiere exactamente”.

Así que la llamé por teléfono... Una voz tímida pero muy bonita me dice que como se la va a regalar ella, su presupuesto no es muy alto. “No te preocupes por eso", le dije. Los detalles básicos para la construcción de la tarta eran que Blanca cumplía 18 años (madre mía, quién los pillara...), iban a ser 20 personas, le gusta whatsappear, twitter, One Direction, Lana del rey…

Cuando terminé de hablar con ella me puse a pensar en cómo podíamos enfocarla. Generalmente solemos tener un tema definido pero nos gustan los desafíos, sobre todo los dulces... Así que al tener libertad de movimiento y poco presupuesto pensamos... ¡qué mejor que una tarta de la abuela!!!

Nunca he sabido por qué le llaman tarta de la abuela, ya que la mía nunca hacía estas tartas, eso sí, hacía unas natillas y un arroz con leche que ¡madre mía!... Mi abuela tendría ahora 99 años, así que supongo que se referirá a las abuelas más recientes.

Cualquiera puede hacer una tarta de la abuela, pensaréis todos, pues si, pero hay varios trucos para conseguir que vuestra tarta de la abuela quede perfecta. ¿Queréis descubrirlos? pues allá vamos...



TARTA DE LA ABUELA (Para 20 personas aprox.)
Ingredientes:
- Un paquete de galletas tipo María
- 1 litro de leche (para hacer la crema de chocolate y para bañar las galletas)
- Canela, cacao, café... (para aromatizar la leche)
- Chocolate en polvo
- 1 sobre de Flanin (para hacer las natillas)

Nuestro paso a paso...
Preparados, listos, ya!!!

Lo primero de todo hacer el chocolate, y para ello echamos en un cazo medio litro de leche (esta cantidad es porque la tarta es para 20 personas) y vamos echando chocolate en polvo poco a poco removiendo al mismo tiempo para evitar que no se pegue, ya que si ocurriera ésto, el chocolate dejaría mal sabor y estropearía toda la tarta.


El siguiente paso sería preparar las natillas, q no tiene más secreto que hacerlo siguiendo las instrucciones tal y como vienen en el sobre.


A continuación, mojaremos las galletas en la leche. El secreto está en bañar unos segundos la galleta en la leche aromatizada que tengamos preparada con el ingrediente que hayamos elegido (nosotras solemos contar 1 segundo por cada cara de la galleta). En este caso elegimos la canela para mezclarla con la leche, ya que siempre da un toque de sabor muy bueno. Tenéis muchas opciones para aromatizar la leche, como vainilla, cacao, café,...  eso irá al gusto del consumidor o del que la hace, jeje.


Ahora montaremos la tarta, colocando una base de galletas bañadas en una bandeja, en este caso elegimos una cuadrada y la más grande que encontramos, aproximadamente para 20 personas. Seguidamente añadiremos una capa de chocolate, encima de éste otra capa de galletas y encima otra capa de natillas.


Y a partir de aquí iremos alternando capa de galleta, capa de chocolate, capa de galleta, capa de natillas, y así hasta hacer tantas capas como se quiera, terminando siempre con una capa de chocolate. En este caso nosotras llegamos a hacer hasta cuatro capas.

A nosotras nos gusta alternar capas de choco con capas de natillas para suavizar la tarta, pero para los auténticos devoradores de chocolate, se puede hacer con todas las capas de chocolate. Una auténtica y exquisita bomba de chocolate.

Una vez que ya tengamos la tarta terminada, la dejaremos reposar en la nevera unas horas. Nosotras la solemos dejar de un día para otro, se queda mejor.


Y ya sólo nos quedaría decorar, con lo que más os apetezca, choco-bolas, fideos de colores, almendra crocanti, nata montada... tenéis mil posibilidades. Nosotras nos decidimos por un clásico, le pusimos unos fideos de chocolate de colores para darle un toque festivo y, para personalizarla, hicimos varios detalles en fondant con las cosas que más le gustan y definen a Begoña.


Puesto que Blanca nos contó que a Begoña le encanta la música, moldeamos un pinchadiscos clásico, acompañado de varios discos de vinilo dedicados a sus grupos favoritos, Lana del Rey y One Direction.


Así de alegre y divertida quedó la tarta para Begoña, una tarta que, según nos dijeron, disfrutaron mucho y les encantó.

Muchas felicidades Begoña, disfruta de cada día de tu vida, porque ahora empieza lo bueno!

¡Hasta el próximo post, mis dulces seguidores!

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