martes, 11 de febrero de 2014

Galletas decoradas para la boda del año


¡No todo van a ser tartas! Hoy nos gustaría enseñaros las galletas decoradas. Hace varios años fui invitada a una boda en pleno agosto en una zona costera de Murcia. Aunque una de las cosas que más me guste de vivir aquí sea el clima, tener que arreglarse para una boda en pleno agosto en esta tierra es una broma pesada.


Ese día no había quien estuviera en la calle, más de 45º y había que ir con vestido para boda, tacones, maquillaje... Todo te molestaba, menos el recurrente abanico, que había resultado ser desde primera hora una prolongación de tu mano. Y por quien peor lo pasé es por mi chico, vestido con traje y corbata, ¡Dios mío, qué calor! Claro que en cuanto salió de la iglesia la corbata y la chaqueta no volvieron a aparecer.


Después de aquel día juré no volver a asistir a una boda en mi tierra en agosto... Pero, ¿qué pasa cuando te invita a su boda una clienta y buena amiga? ¿Y si encima te dice que tienes que organizarla?

Bueno, es lo que tiene trabajar en una empresa de comunicación y organización de eventos, que estas cosas pueden pasar. Con el añadido de que podíamos hacer cualquier dulce, como galletas decoradas, tartas...

Sin duda fue uno de los eventos más divertidos y emotivos de organizar del año. Una boda de una amiga, que deposita toda su confianza en ti para que organices el escenario de su gran día... puffff ¡Genial!



No había condiciones por parte de los novios, la organización de la boda sería completamente a nuestro gusto. Sólo una cosa: el color lila debía ser el protagonista.

La boda se celebró en los exteriores de su casa, una casa enorme de campo con unos amplios jardines, con lo cual habían miles de posibilidades para organizar una boda inolvidable :)


Dos días antes comenzamos a organizarlo todo, trabajando horas y horas sin parar. Pero mereció la pena, y mucho. La boda fue preciosa y el escenario que preparamos la hizo especial y única.


Os he puesto unas cuantas fotos de cómo quedó en gran parte el evento. El exterior, los centros de mesa, la gran cesta de bebidas, el altar y una entrañable foto de Pilar, la novia, caminando hacia el altar acompañada de sus dos hijos.

                                             

Creo que hicimos un gran trabajo y los novios quedaron encantados. Todo el mundo nos felicitó y eso fue un gran orgullo personal. 

Una gran boda que pudimos disfrutar junto a varios amigos y en la que pudimos ver a una de las novias más guapas.

El regalo de Dulces Desafíos para los novios fueron unas galletas decoradas, y a la novia le gustaron tanto que quiso entregarlas a sus invitadas femeninas como regalo, todo un honor para nosotras.

Hicimos unas galletas de mantequilla con formas de corazón y zapato de tacón, y decoradas con una fina capa de fondant blanco con relieve y una pequeña flor color lila con una perla en el centro, ya que queríamos cumplir la única condición del color no sólo en las decoración, sino también en la repostería.


Fue un detalle muy bonito que hizo sacar la sonrisa a todos los invitados. Además, fue el bocado ideal para cuando el hambre comenzó a apretar a las cinco de la mañana, momento en el que las galletas decoradas empezaron a desaparecer. Su sabor suave pero a la vez muy dulce sacia al más glotón.



Desde aquí les deseamos de nuevo a Juan y Pilar toda la felicidad del mundo, pues son unas grandísimas personas y se lo merecen con creces.


¡Hasta el próximo post, nuestros dulces seguidores!

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