¡Ratones en mi tarta!

Hace exactamente dos años que hice esta tarta. Fue la primera tarta que decoré con fondant y para ser la primera no quedó del todo mal. Eso sí, me pasé horas y horas en la cocina porque además hice yo misma el fondant y el mazapán con el que modelé los ratoncitos.


Era el cumpleaños de mi niño, que cumplía ya 10 añazos, y puesto que acababa de sumergirme en el mundo de la repostería, quise hacer la primera tarta con fondant en esta ocasión tan especial para él y para nosotros.

Estuve mirando y buscando en internet una bonita tarta que pudiera gustarle a Sergio y de repente dí con ella: una tarta que simulaba un queso con ratones por toda la superficie.

Era la tarta ideal, parecía no muy complicada, era simpática, bonita y original.

La tarta era un bizcocho de chocolate con relleno de ganaché de chocolate blanco y con una cobertura de chocolate negro.

El fondant era de nubes y lo hice yo misma. Este fondant es muy fácil de hacer y está buenísimo, aunque yo al aficionarme tanto a hacer tartas con esta pasta de azúcar pasé a comprarlo ya hecho, que te ahorra trabajo y tiempo.

No obstante, os recomiendo que un día probéis a hacerlo porque, como ya os he dicho, está muy bueno. Os dejo aquí la receta y a ver si os animáis a hacerlo:

FONDANT DE NUBES
Ingredientes:
- Nubes de gominolas
- Azúcar glass (tiene que ser industrial, el casero no nos vale). El doble de peso que de nubes.
- Mantequilla (un poco para engrasar el bol donde haremos la mezcla y un poco para engrasarnos las manos y que no se nos pegue la masa).

Cómo lo hacemos...
Engrasamos con un poco de mantequilla el bol que vayamos a utilizar, echamos las nubes y seguidamente las salpicamos con unas gotas de agua.

Metemos el bol unos segundos en el microondas para que se derritan las nubes, vigilando siempre que no nos pasemos de tiempo. Podéis ir calentando en tandas de pocos segundos para que no se nos quemen y cada vez que vayáis a poner la siguiente tanda, remover un poco la mezcla.

Cuando todas las nubes estén fundidas, es el momento de añadir el azúcar glass, poco a poco y removiendo al mismo tiempo.

Seguimos mezclando la masa hasta que ya no podamos y en este punto pasaremos a usar las manos.

Nos engrasamos las manos con un poco de mantequilla (así conseguiremos que la masa no se nos pegue a las manos) y amasamos hasta conseguir una masa elástica y manejable. Nos costará un buen rato conseguir esta consistencia pero ya tendremos listo nuestro riquísimo fondant de nubes.

Una vez que tenía hecho el fondant y preparada la tarta después de un par de horas en el frigorífico para que la cobertura cogiera consistencia, era hora de comenzar a decorar la tarta.

Estiré el fondant hasta dejarlo lo suficientemente grande como para cubrir toda la tarta. Con unos cortadores redondos de diferentes tamaños fui cortando la masa simulando así los típicos agujeros de un queso y cubrí la tarta con ella.

En cuanto a los ratoncitos, hice mazapán y los modelé con esta masa. Lo más complicado fue darles la forma, pues nunca había modelado y la verdad es que me salieron bastante regular... pero eso sí, el mazapán quedó buenísimo, jeje.

Al final la tarta quedó muy chula y a Sergio le encantó. Se quedó muy sorprendido por la original tarta que le hizo su madre por su cumpleaños, me repitió mil veces que le había gustado mucho y yo me sentí enormemente felíz. 

                                    

Sopló las velas y nos comimos toooooda la tarta. Alguno de nosotros hasta repetimos ;)

Ya véis, una tarta con mucho curro en cuanto a la realización del fondant y el mazapán, pero que el resultado final es muy satisfactorio.

¡Hasta el próximo post, mis dulces seguidores!