Esta tarta fue una de las primeras que hicimos, cuando prácticamente acabábamos de descubrir el magnífico mundo de la repostería creativa.
Mi sobrino, hijo de mi hermano mayor, cumplía 2 años y me hacía mucha ilusión poder hacerle algo especial en su fiesta de cumple.
Alejandro es un niño muy aplicado, alegre y con un gran potencial. Sus padres le están dando una educación ejemplar, pues ambos son profesores y lo llevan en la sangre.
El nacimiento de Alejandro fue una gran noticia en la familia. Mis padres volvían a ser abuelos después de 8 años, hasta entonces el único nieto era mi niño, Sergio, y ya era mayor, así que la llegada de Alejandro nos daba la oportunidad a todos de volver a disfrutar de los primeros años de un niño, y yo... ¡¡por fin iba a ser tita!!
Alejandro era un bebé precioso, pero nació con un pequeño problema en el estómago, y con tan sólo 1 mes tuvieron que operarlo. Fue muy duro para todos, sobre todo para sus papás, era tan pequeñito... pero la operación era muy sencilla y salió todo perfectamente. El peque ni se enteró y en dos días estaba perfecto. Así que, este peque tan especial merecía una tarta también muy especial.
De cara a buscar una temática para hacerle una bonita tarta por su segundo cumpleaños, su mami nos dijo que Alejandro tenía un ídolo muy claro: ¡Peter Pan!
Ay madre mía, como me gustó oír eso. Una tarta de Peter Pan, uno de los personajes más emblemáticos de mi infancia :) Mis hermanos y yo teníamos la cinta de vídeo VHS ya rallada de tanto poner la película.
Qué historia tan bonita la de este niño, ¿verdad? Un niño que puede volar y que nunca crece. Vive en el país de Nunca Jamás, una bonita isla en la que habitan piratas, indios, hadas y sirenas, y en donde vive millones de aventuras fantásticas junto a sus amigos, los Niños Perdidos.
Mis hermanos y yo imaginábamos vivir en Nunca Jamás y en casa representábamos millones de historias en las que jugábamos con los Niños Perdidos y luchábamos contra el malvado Capitán Garfio.
Un gran tema para hacer una de nuestras primeras tartas, así que decidimos representar lo más simbólico de este popular personaje: la habilidad de volar y su sombra, la cual es la que hace que Peter conozca a Wendy, al perderla en su casa y que Wendy encuentra y cose a los pies de Peter para que quede pegada a él de nuevo.
Puesto que no teníamos mucha práctica aún con el modelado en 3D del fondant, decidimos hacer todos los detalles en plano.
Una estupendísima tarta de la abuela fue la base, con sus galletas, crema de cacao y crema de vainilla. Una tarta conocida por todos, decorada con una base de fondant blanco y los detalles perfectamente representados con una gran viveza de colores.
Quizás una de las cosas que más nos costó representar fue el gesto facial de Peter con los rotuladores comestibles. Pero bueno, lo conseguimos con mucho pulso y paciencia.
A Alejandro se le iluminó la cara al ver a su personaje favorito en su tarta de cumpleaños, estaba realmente eufórico y así lo demostró. Además, la tarta de galletas estaba increible, jeje.
La tarta fue un verdadero éxito entre la familia y amigos, a todo el mundo le encantó y fue el principio de nuestra gran historia relacionada con la repostería creativa.
¡Hasta el próximo post, mis dulces seguidores!
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